miércoles, 30 de marzo de 2011

energía nuclear: "se ha expandido el ámbito de la estupidez humana"!

ENERGÍA NUCLEAR: “SE HA EXPANDIDO EL ÁMBITO DE LA ESTUPIDEZ HUMANA”* Para el indio la tierra es madre, para el blanco es enemiga; Para nosotros sus criaturas son nuestras hermanas, para ellos son solo mercancía. El riowa (hombre blanco) siente placer con la muerte, deja en los campos y en sus ciudades tantos hombres, tendidos como árboles talados en la selva. Entonces nosotros preguntamos, ¿quién es el salvaje? Carta U´wa a las colombianas y colombianos Esto puede ser un juicio a priori pero pareciera que el ser humano – en su irracional modo de entender el mundo - logró desarrollar al fin una tecnología suicida para la obtención de energía, de tal modo que asegure su propia extinción como especie y libre al planeta del desequilibrio en el que lo tiene postrado. Aunque nos cueste aceptarlo, es posible que el Planeta y la Naturaleza toda estén de plácemes al ver que el ser humano, después de ocasionar tanto daño, se procura su propia destrucción. Pero la Naturaleza nos lo ha venido advirtiendo: como diría Víctor Hugo, produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras que el género humano no escucha. Aristóteles planteó que la naturaleza no hace nada en vano y, ante nuestro grado de estupidez suficientemente demostrada, Nietzsche concluía que los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos. Y ante la dimensión de la tragedia, tanto del terremoto y del tsunami como de la explosión en las centrales nucleares, nos vemos ridículos cuales impotentes bichos humanos echando agüita de mar desde los helicópteros, lo cual no sirvió de mucho, pues como se ha vio en las tomas de televisión, el chorro de agua se vuelve chubasco por la fuerza del viento, lo que dificulta que se enfríen los reactores. En fin, “el humano es el más misterioso y el más desconcertante de los objetos descubiertos por la ciencia”. Centrales nucleares por doquier: más de cincuenta en Francia y un número similar en Japón, Alemania y Rusia. Se dice que la UE tiene en total más de ciento cincuenta y, los “unites estates”, por supuesto, no podían quedarse atrás con más de cien. Pero claro, constituyen el país que más energía gasta en el planeta: el doble de lo que consume China, que es cinco veces más poblada que la tierra del tío Sam. A modo de colofón, las centrales nucleares están bien repartidas por la pacha mama de tal modo que sus consecuencias, en caso de una explosión masiva, puedan garantizar la “hecatombe” - como diría un coloquial ex presidente de huesitos y carnita -, primariamente a través de la penetración “sutil” de la radiación por las células de todo ser vivo (incluido el humano) y asegure la generación de enfermedades que eliminen de una buena vez por todas al individuo, que si no, entonces generar las mutaciones en la especie y aumentar la tragedia humana. Así las cosas, el concepto de belleza cambiará radicalmente y la gran mayoría anhelará – por lo menos – tener la belleza del jorobado de Notre Dame. Por fin nos libraremos de la superficialidad y del consumismo! La energía nuclear tiene múltiples usos: industriales, medicinales, producción de energía y por supuesto, útil en el arte de matar más seres humanos, a bajo costo y con “ínfimos efectos colaterales”. Por estos días ya está visto que tales efectos en realidad son catastróficos. Japón nos acaba de demostrar que ante el poder de la naturaleza, como diría Andrés el de la pelota de letras, “no hay poder humano”. De nada sirvió la disciplina, la capacidad de trabajo colectivo, la capacidad de organización, el intelecto, el volumen de capital financiero, y en fin, tantas virtudes de esta cultura milenaria, ante la fuerza desatada por la naturaleza. Si todo se salió de control en una nación como Japón, qué podía esperase si la tragedia ocurriera en otras latitudes. Alemania aceptaba por estos días, que si cerca a una de sus centrales nucleares ocurriera un terremoto a un nivel de 6,5 en la escala de Ritcher, las consecuencias serían aún mucho más graves que las que hemos visto prácticamente en vivo (o más bien “en muerto”) y en directo, gracias a la tecnología actual de los medios de comunicación. No sé, pero a mí me late – y reconociendo la posible afectación de Hollywood en su propaganda mediática – que conociendo el avance de la tecnología actual, no sería paranoico pensar que hoy día los terremotos pueden ser provocados adrede (véase proyecto Haarp*) y se da uno a pensar que en un mundo tan convulsionado en la actualidad, incluidas las crisis económicas y el colapso de las grandes potencias, existen intereses para saquear los recursos energéticos de países como Libia, por estos días en guerra. Entonces, una tragedia en un punto determinado del planeta se puede convertir en una cortina de humo (en este caso, de radiación), en tanto se invaden países con el pretexto de defender su democracia y repartirse entre los aliados (compinches) recursos como el petróleo. PERO…CÓMO FUNCIONA UNA CENTRAL NUCLEAR? En busca del equilibrio: Energía nuclear o energía alternativa?Los materiales radiactivos se caracterizan por la inestabilidad se sus átomos. Sus núcleos se rompen (fisión) liberando mucha energía. Esta fisión puede realizarse de forma rápida, en una explosión nuclear, o de forma lenta y controlada. En un reactor nuclear, se mantiene un combustible radiactivo fisionándose continuamente. Esto produce mucho calor. El combustible se refrigera con agua. Con esta energía se produce vapor de agua, y una turbina produce electricidad con este vapor.Cuando una central llega al final de su vida útil, el recinto que contiene los residuos radiactivos suele cubrirse con hormigón (concreto). Las centrales nucleares están diseñadas de forma que no es posible que exploten como lo hace una bomba, puesto que no hay suficiente combustible nuclear como para superar una masa crítica determinada. Pero si se produce un fallo total y el reactor queda sin refrigeración (como es el caso de Japón), las altas temperaturas que pueden alcanzarse derretirían el reactor. Hay una broma (y una película) respecto a lo que pasaría si se derritiera el núcleo de un reactor nuclear: se llama síndrome de China a la posibilidad de que un reactor nuclear fuera de control derritiera el suelo, se hundiera, cruzara el centro de la Tierra y emergiera en China. Esto no les haría mucha gracia a los vecinos de Three Mile Island (E.U.) ni a Chernobil (Ucrania), en 1979 y 1986 respectivamente. Menos a Hiroshima y Nagazaky (en Japón), donde murieron más de doscientas veinte mil personas, ya no por un accidente sino por un deliberado bombardeo atómico en 1945, por quienes se sienten los amos del mundo (master of the world). Las centrales nucleares energéticas no sólo son un problema serio en Japón, Alemania, Francia o España. En Estados Unidos están aniquilando millones de peces en ríos y lagos, por culpa de los sistemas de enfriado que necesitan las centrales atómicas. Los enormes torrentes de agua caliente y de vapor arrojados por las centrales al mundo acuático están sacrificando de forma masiva a peces y huevos cada año. La planta de Indian Point, con sus dos reactores, puede sacar 6,5 millones de litros de agua por minuto. Imaginen 1000 plantas nucleares la cantidad de agua que utilizan cada día. Y es que más de mil centrales nucleares y fábricas utilizan el agua de los ríos, lagos, y océanos como una forma de refrigerante. Hay formas de detener esto sin necesidad de recurrir a la solución ideal, que sería cerrar todas las plantas, pero sabemos que no lo harán. Una forma es utilizar agua reciclada. Si en vez de utilizar siempre agua nueva de ríos, lagos y mares, se la reciclase, se podría reducir la mortandad de peces en un 90 por ciento o más. La tecnología existe pero no se aplica… porque es más cara, por supuesto. USO DE LA ENERGÍA NUCLEAR: DOS TENDENCIAS ECOLOGISTAS Existe una tendencia a favor y otra en contra en cuanto al uso de la energía nuclear. Quienes plantean que la radiación puede ser fácilmente aislada – hoy se esboza la posibilidad de introducir las barras radioactivas en compartimentos de vidrio para ser arrojados a las profundidades del mar (simas) – aducen la imperiosa necesidad de disminuir los niveles de bióxido de carbono para a su vez reducir el calentamiento global. Pero lo de Japón ya inclinó la balanza, ya se están viendo las consecuencias que dan la razón a quienes pensamos que es ineludible buscar fuentes alternativas de energía, amigables con el medio ambiente. Si bien se pensó que el petróleo era la solución energética para el planeta, hoy está claro que no, como ya empieza a quedar claro que la energía nuclear, por sus potenciales y temibles consecuencias, tampoco lo es. Las centrales nucleares de Japón colapsadas, han estado destinadas a la producción de energía eléctrica a partir de la energía nuclear. Se calcula que la energía eléctrica cubre el 20% de las necesidades humanas actuales. Valdrá la pena poner en riesgo a la humanidad toda por persistir en esta alternativa de generación de energía: aumentar el número de enfermedades cancerígenas y mutaciones (deformaciones, nuevas enfermedades y sufrimientos), cuando se pueden desarrollar otras opciones? El problema es tan grave que implica replantear el modelo de desarrollo, implica oponerse a la acumulación de capital como objetivo de las grandes industrias, empresas transnacionales y aún en la escala individualista que este modelo promueve. Implica también que las grandes potencias se comprometan seriamente en disminuir el consumo de energía, implica distribuir mejor la riqueza, disminuir la pobreza, la desnutrición, el desempleo, la desigualdad, mejorar en el mundo la atención en salud, repensar la finalidad de la educación, respetar la vida en todas sus formas, proteger los bosques, la fauna, el agua, en fin, contribuir desde la acción antrópica, al equilibrio del planeta. Es alentador observar que Venezuela anunció el congelamiento de su programa nuclear, Alemania ha hecho lo propio. Países como Suecia, Bélgica e Italia, desde hace años han centrado más sus esfuerzos en encontrar otras fuentes alternativas y han dejado atrás su proyecto de obtención de energía eléctrica a partir de la energía nuclear. Y claro, la solución ideal es cerrar las centrales nucleares. La ciencia, a través de la investigación, seguramente encontrará otras alternativas que puedan beneficiar a la industria, a la medicina, a la producción de energía. Y de paso nos quitamos de encima el uso militar de la energía nuclear. Que nadie la use, ni USA ni nadie. Que no aceptemos el pretexto de que algunos sí la pueden usar (la cultura occidentalizada y pseudodemócrata); en cambio, “es un peligro para la democracia del mundo que lo quieran hacer Irán o Corea del Norte”. El peligro que entraña el uso de esta energía no disminuye si quien la usa es de derecha o de izquierda, si es blanco, negro, judío, musulmán o cristiano; si se autodenomina “demócrata” o es tildado de radical o fundamentalista. Ahora que estallaron en Japón, nadie puede comprobar que por ser una cultura milenaria y millonaria, la radiación se compadece de su nación o del mundo entero. Radiación es radiación. La guarden en canecas blindadas o las escondan en cajas de vidrio en la sima del mar. Ella, al final, en cualquier momento, por deterioro de estos materiales o por una catástrofe “natural”, puede escapar…y hasta aquí nos trajo el río – o el tsunami-. El hombre blanco le ha declarado la guerra a todo menos a su pobreza interior. Le ha declarado la guerra al tiempo y hasta se la ha declarado a sí mismo, como dijera un hermano indio de un pueblo lejano hace años: “el hombre blanco cabalga sobre el progreso hacia su propia destrucción”. Carta U´wa a las colombianas y colombianos *Bertrand Russell, frase dicha a propósito de la llegada del ser humano a la Luna, pero que también se ajusta muy bien para el presente artículo. **Un reporte preparado por la Flota Rusa del Norte estaría indicando que el sismo que ha devastado a Haití fue el “claro resultado” de una prueba de la Marina Estadounidense por medio de una de sus “armas de terremotos”. Según el informe mencionado, el sistema experimentado por los Estados Unidos (proyecto HAARP) permitiría además crear anomalías climatológicas para provocar inundaciones, sequías y huracanes. Bibliografía de apoyo: http://ecoenergia.blogspot.com/2005/10/como-funciona-una-central-nuclear.html http://www.igooh.com/notas/proyecto-haarp-terremoto-de-haiti-fue-deliberado/ Práctica Pedagógica Integrada…por una cultura ecológica. Miguel Salas U. Ed. Sec Ed. Casanare RED VITAL (2000). Cadapuedario de las organizaciones ambientalistas de Casanare. Año 1 No. 6, Mayo. Arauca, Casanare y Meta.